Nunca es tarde
NUNCA ES TARDE
Ejercicio de monólogos sobre un tema:
Suena música nupcial y entra la novia acompañada de su padre por la puerta del fondo. Mientras se abre el telón, el escenario representa que es una iglesia y la zona del público el salón donde esperan los invitados. La capellán espera…
Sonido de tic-tac del reloj…
La capellán se sienta a un lado del altar…
Todos tienen una actitud de espera hasta que el padre de la novia consulta el reloj, se adelanta y se encara al público…
Padre – Estimados invitados, siento anunciar con alegría contenida que esta boda, queda suspendida definitivamente. Es evidente que el novio no ha venido y me parece de mal gusto esperar más ya hace una hora que debería haber llegado. ¿Que por qué no ha venido? Está claro, le da miedo no estar a la altura de esta mujer, porque mi niña es mucha mujer para él. No lo conozco desde hace mucho, pero por más que he intentado mirarlo con buenos ojos, no he sido capaz de encontrar una sola virtud en ese tipo. Pensaréis que digo esto porque siempre me ha caído mal y tenéis razón, mi instinto de padre me avisaba de que esta pareja no pegaba nada, algo así como un bocadillo de nocilla con anchoas, por poner un símil, pero como la niña estaba decidida… que no se diga que no lo he puesto todo de mi parte, le he organizado el bodorrio que quería, hasta he convencido a la otra niña, mi hija secreta, la cura anglicana para que casara a su hermana, por cierto me ha dicho por enésima vez que sigue traumatizada y que no me perdona, que soy un mal padre se mire por donde se mire. ¿Yo un mal padre? Es un poco desagradecida, yo le he dado la vida, sólo por eso debería estar contenta. Si fuera un mal padre ni habría venido a esta boda disparatada. Queda mal decirlo en público però me alegro, de lo que ha pasado, solo me hubiera alegrado más si hubiera sido ella la que se hubiera fugado… eso habría estado francamente bien, perfecto.
Sale
Alicia – No sé que decir la verdad ¿Qué se puede decir cuando te dejan plantada en tu boda? Pues pones cara de póquer y sonríes con toda la boca y pides disculpas a los invitados, como si ellos fueran las víctimas. Como muchas de mis amigas ya me criticaban antes de la boda, pues esta escenita les ha venido de perlas y se lo están pasando mucho mejor que si todo hubiera ido bien. Puesta a ser sincera hay que reconocer que no se acaba el mundo, mi padre me decía: hija, te casas con un gilipollas, a ver si te divorcias pronto. Mi amiga Mireia que es de una sinceridad brutal insistía en que estaba enchochada: espera a que se te pase y luego decides si te casas o no. Muy maja la Mireia, en su línea. A ver si entre todos van a tener razón y Derek es un gilipollas. Yo lo que se dice enamorada, enamorada hasta las trancas, no lo estoy, si no ahora estaría llorando muy desconsolada y en cambio hablo con todos vosotros con tranquilidad. No estoy traumatizada, solo tengo cierta curiosidad natural por saber qué le ha pasado a Derek, en qué momento ha decidido echarse atrás, no para reprochárselo, no, que va, de hecho ya le he perdonado, que digo, perdonado, incluso le estoy agradecida, sí, porque si se hubiera casado arrastrado por todo este montaje, solo para no decepcionarme, hubiéramos cometido un error aún más grande, así que le agradezco este ramalazo de sinceridad. Yo no sé cual ha de ser la actitud de la buena novia, no hay manuales, pero hice el sacrificio de dejar a Andrés, mi amante de los últimos meses, porque quería empezar de cero, sin mentiras. Sé que el pobre está destrozado, porque él sí que me quería de verdad, solo hay que verle, pobrecito, como un perro apaleado, con esa mirada de pena, sin embargo no estoy enamorada, me gusta, pero siempre he tenido claro que su sitio es el de amante de quita y pon, ¡Ay, por Dios, suena fatal!… y seguramente no se merece que lo trate así, es un buen chico, y mucho mejor que Derek en la cama, porque a ver, Derek es más guapo, no voy a negarlo, es más seductor, tiene ese punto de maldad tan resultón, pero luego, es un flojo, todo en él es palabrería, se desinfla enseguida. No tengo remordimientos por haber estado con dos hombres a la vez, porque si uno es insuficiente, ¿por qué no puedo tener dos? Y tampoco voy a llorar, no os hagáis ilusiones, ya les gustaría a algunas de esas víboras. Dirán que no tengo sentimientos, pero no me salen las lágrimas. Eso sí, aprovecharé el viaje y me iré de vacaciones con Julia que es una chica simple, aunque divertida… La verdad, a veces me agobia su conversación vacía, quizá me convenga más irme con Mireia, pero también me carga su sinceridad. Es una decisión difícil que tengo que meditar. Me ha entrado hambre, me comería unos canapés variados… No sé si está bien visto que la novia abandonada coma canapés, aunque la tristeza y el hambre no están reñidas…
Entra Mireia. Alicia se mantiene en un segundo plano, Mireia en su monólogo se dirige a ella y al público. Alicia mientras tanto come canapés que va cogiendo de una mesa próxima.
Mireia – Alicia, no sabes lo malo que me sabe, enserio, pero no eres la única que está sufriendo mírame ¿Tú crees que esto se consigue solo? Me he pasado una hora y media en la peluquería y luego areglandome para que ahora me digas que todo se va a la mierda. He estado un mes entero haciendo la dieta de la savia para poder entrar en este vestido, casi me desmayo al ponerme el vestido ¿Y ahora me dices que no hay ni boda, ni fiesta, ni nada? Las amigas no contamos, las amigas solo servimos para que tú te luzcas en este día, ¿Es eso no? En realidad, tú no me conoces, nunca te has preocupado por saber cómo me va, parezco una mujer alegre, incluso superficial, siempre con la sonrisa en la boca, pero, ¿qué sabes de mi? Nada. La vida me ha tratado bien, casi siempre, pero ahora las cosas han cambiado, ¿sabes? He perdido mi fortuna, tengo muchas deudas, vivo en la escasez y esa mierda de exprimidora me ha costado mucho, a ti no te parecerá gran cosa, lo sé. También necesito que me den palmadas en el hombro de vez en cuando, que me pregunten por mi vida, que me consuelen en los momentos malos. Esta sonrisa no es de verdad,aunque a nadie le importe.
Hoy comeré con el resto de invitados aquí, y diré, pobrecita, no se merece lo que ese desgraciado le ha hecho, pero ¿sabes? En realidad me importa muy poco, si me hubieras preguntado te habría dicho la verdad, que es un cabrón, que siempre te ha engañado.
Y Alicia, no quiero parecer insensible, pero la exprimidora de naranjas que te iba a regalar mejor me la quedo, porque a ver tú estás mal y dudo que ahora te pongas a exprimir naranjas y hacerte un zumo y además en mi cocina queda mejor. Pero tranquila no estés mal, a ver hay que sacar el mejor partido de las cosas aun cuando vienen mal dadas. Te quedan los regalos, el viaje y una experiencia amarga ¿No? Que ese es otro tema el del viaje, del que quería hablar contigo. La luna de miel es para dos y me imagino que no le vas a invitar a él porque… bueno te ha dejado, es la ocasión de pasar tiempo con una amiga de verdad, no con esa cabeza hueca de Julia, que tiene menos conversación que un zapato. ¿Qué quieres, estar todo el día oyendo sus palabrar insulsas o hablar de verdad, con el corazón a una amiga que te escucha? Ya decidirás, a mi me conviene salir de este pozo unos días y volver a reír de verdad, quitarme esta máscara que me asfixia.
Mireia sale
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